¿Por dónde empiezo?

¿Por dónde empiezo a investigar mi árbol genealógico? La respuesta puede parecernos obvia, pero no lo es. Hay unas reglas muy básicas que deberemos seguir en todo momento si queremos evitar errores o acabar perdiéndonos en nuestra propia búsqueda ancestral.

Anota todo

La memoria te acabará traicionando si no pones por escrito la información que vayas recabando. Es importante que encuentres un método que se adecue a tus medios y necesidades, a fin de que puedas encontrar los datos que vayas a necesitar en el futuro. Utiliza pautas, software para árboles genealógicos, archiva tus documentos…

Incluye tus fuentes

Saber de dónde has sacado la información es tan importante como los datos que ésta recoge. Intenta ser consistente: ¿la información te la aportó un familiar por vía oral? ¿Tienes un documento que respalda lo que has escrito? ¿Has ido a un archivo? Saber de dónde viene la información que estamos recopilando será vital no sólo para nuestro trabajo, sino para las generaciones venideras.

Hechos v. Teorías

De vez en cuando encontraréis datos que contradicen la información que os han contado, o lo que finalmente acabéis hallando a través de otras fuentes. Cumple distinguir entre lo que es un dato fáctico y lo que creemos que es un hecho. No confundamos realidad con ficción, ni hechos con teorías que pueden resultar siendo falsas.

Coteja datos con otras fuentes

Aunque nuestras fuentes sean escritas, siempre es mejor verificar los datos con otras fuentes que estén a nuestro alcance. Si podemos hacernos con una copia de la partida de nacimiento de nuestro abuelo, y también con su partida de bautismo, ¿por qué no pedir una copia de cada? Si bien cada documento reflejará datos comunes, como datos sobre el neonato y sus padres, también habrá datos que sólo estarán en una de las fuentes.

Haz copias de tus hallazgos

Si invertís horas y horas en vuestra investigación genealógica, comprenderéis lo frustrante que puede ser perder, de un sólo plumazo, toda nuestra investigación. Por ello, os recomiendo encarecidamente que hagáis copias de vuestro árbol y de vuestros documentos y las guardéis periódicamente en diversos soportes (ordenador, papel, en una nube digital, memorias externas…).

Ahora que tenemos unas nociones básicas de cómo comenzar y organizar nuestra búsqueda, deberemos comenzar nuestro árbol genealógico por nosotros mismos, e ir añadiendo a nuestros padres, hermanos, tíos, abuelos… Anotar dónde y cuándo nacieron (y fallecieron, si fuera menester), así como las fechas de matrimonio y el lugar donde tuvo lugar la boda, nos serán de gran utilidad a la hora de avanzar en nuestras pesquisas.

En España el Registro Civil comienza, en su forma actual, en el año 1871, por lo que todo nacimiento, matrimonio y defunción acaecido en España debería tener una entrada en la oficina del registro civil correspondiente.